El agua de mar… ¿lo cura todo?

En mi modesta opinión… No. Pero, y siempre hay un pero, es el mejor suplemento nutricional que existe. Y un cuerpo nutrido es capaz de curarse a sí mismo de casi cualquier cosa.

En esta misma línea de razonamiento, así como el agua de mar no cura, ningún medicamento cura tampoco. Es el cuerpo el que se cura. Algunas sustancias ayudan en el proceso, otras simplemente tapan los efectos. La mayoría de los medicamentos de base química están en la segunda categoría. Es como pegarle un martillazo a la lucecita de falta de agua en el auto. Listo, no más molestia. El motor se quema y el auto muere. Oops

Llegué al concepto de agua de mar como multivitamínico y a entender su real importancia por un camino tortuoso.

La historia empezó con la idea de que un cuerpo sano tiene células sanas. Así que si nos enfocamos en la salud celular no precisamos preocuparnos tanto por tratar de micro-manejar el increíblemente complejo sistema que es el cuerpo humano. Tiene sentido, ¿no?. Quien me introdujo a este asunto de la salud celular es el libro del doctor Mathias Rath llamado: Why animals don´t get heart attacks… but people do!? (¿Por qué los animales no tienen ataques cardíacos… y las personas sí?). Mathias Rath es un tipo muy interesante con muchos años como investigador y que trabajó con Linus Pauling (el señor con dos premios Nobel, bueno… después de darle el Premio Nobel de la Paz a Obama la credibilidad de la institución se fue al quinto subsuelo).

La cosa es así. Los nutrientes esenciales (esos que necesitamos, pero no hacemos) se pueden separar en macro-nutrientes y micro-nutrientes. Los macro-nutrientes son carbohidratos, proteínas y grasas (¿agua?). Los micro-nutrientes son minerales, vitaminas, aminoácidos, y me puedo estar olvidando alguno. Desde el advenimiento de la agro-industria después de la segunda guerra mundial, el uso de fertilizantes y pesticidas inorgánicos creó un sistema artificial  de producción y eliminó la necesidad de rotar los cultivos, así que los nutrientes que se agotan no se reponen (a menos que sean vitales para las plantas) y desaparecen. Entonces a esta altura tomar suplementos nutricionales pasa a ser una necesidad vital, simplemente porque la comida está vacía de varios nutrientes importantes y cargada de venenos.

Al ver esto entré en pánico. La cantidad de vitaminas que tenía que comprar era alucinante, y a eso se suma el tema de que los complejos vitamínicos no necesariamente tienen los minerales que necesitamos en forma fácilmente asimilable, y que las proporciones no son necesariamente las que hacen falta, y que algunos en altas dosis son tóxicos. Uff. *suena el eco de la cabeza dándose con la pared*

Y ahí me encontré con otro señor muy simpático: Dr. Joel Wallach, autor del libro Dead doctors don´t lie (Los médicos muertos no mienten, el título hace referencia a que la edad media de mortalidad de los médicos es menor que el resto de la población en Estados Unidos, 62 años, y abre la pregunta de si debemos escuchar en temas de salud a gente que no es capaz de mantenerse viva). En la conferencia del mismo nombre, Dr. Wallach explica cómo llegó a una conclusión que terminó de cimentar lo que Rath estaba diciendo, y cambia radicalmente la forma de ver la salud. El concluyó, después de algunos miles de autopsias en animales y personas, que todas las muertes naturales se debían a deficiencias nutricionales y encontró correlaciones entre deficiencias y enfermedades (este también es un tipo interesante, primero fue granjero, después veterinario, y después estudió medicina).

El concepto va más allá: todas las enfermedades crónicas son consecuencia de deficiencias nutricionales (aún en los casos en que el facilitador es un patógeno o un veneno, un cuerpo sano se defiende). Evidentemente entonces los micronutrientes no son cosas de locos e histéricos, sino que realmente son la base de las funciones metabólicas. ¿Y ahora qué? Wallach vende vitaminas en este momento, pero eso es en Estados Unidos y ya sabemos cómo anda la importación.

Con la idea clara de que la base de la salud está en los micro-nutrientes (los macro-nutrientes pueden sacarse de la comida), y de que tenía que haber una respuesta simple o no existiríamos, salí a buscar un suplemento nutricional que tuviera los 90 nutrientes esenciales de Wallack. Y ahí encontré el agua de mar.

¿Y qué es esto del agua de mar?

El agua de mar tiene al menos los 60 minerales esenciales identificados por Wallach, y unos cuantos más. Y hay claros indicios que cuando tomada no micro-filtrada, varias de las 30 vitaminas y aminoácidos también están. Los minerales se encuentran en forma asimilable, en las proporciones correctas… y es una fuente renovable y accesible. ¿Qué más se puede pedir?

Ángel Gracia cuenta la historia y su desarrollo actual con mucho salero, como diría mi abuela Carmen. Y si es esperable—y creo que lo es—poder poner el cuerpo donde uno pone la boca, este señor lo vende de maravilla. Yo quiero llegar así a su edad.

¿Y qué hay de los que no tienen acceso al mar? Una opción es usar sal marina orgánica, otra es comprar sal del Himalaya. Estas dos se pueden conseguir por internet en diferente tamaño de cristales. No es lo mismo porque falta toda la microbiología, pero los minerales están.

Referencias y más información:

Mathias Rath: Why animals don´t get heart attacks…but people do!

Joel Wallach:

Video (hay muchos más): https://www.youtube.com/watch?v=43VD2soj_7c

Libro: Dead doctors don´t lie

Lista de nutrientes esenciales.

Ángel Gracia:

Video (hay muchos más): https://www.youtube.com/watch?v=opfhq7_6RHg

Libro: La dieta del delfín

Composición química del agua de mar:

http://www.seafriends.org.nz/oceano/seawater.htm

http://www.marscigrp.org/ocpertbl.html

Fundación Aquamaris (en España):

http://www.aquamaris.org/

Fundación Plasmar (en Argentina):

Tetela Castro — aguademar@milmilenios.org.ar

Blog interesante (tiene la cronología del método Quintón entre otras cosas):

https://elaguademar.wordpress.com/